Revista 64

Empresario, Medellín, su mejor estrategia

A usted empresario ¿le gusta la tecnología, la innovación y el desarrollo? Su mejor opción es radicarse en Medellín.

Varios de lectores me han preguntado sobre los cambios que se vienen para el nuevo año, teniendo en cuenta los impactos del Covid – 19 y lo que muchos llaman la “nueva realidad”, para mí, no tan nueva. Y lo que, en mi Asperger cada vez más galopante, alcanzo a percibir es que la capital antioqueña se consolidará como uno de los centros de desarrollo tecnológico y científico más importantes del continente: la “Silicon Valley” latinoamericana, aunque se sabe que varias ciudades se la están jugando por este título.

Podríamos decir que es un resultado directo de la pandemia si ese trabajo no se hubiese iniciado ya hace una década con la estrategia de Ruta N. Todavía así, podemos afirmar que en esta ocasión confluyeron varios factores que permiten pensar en que esto será posible. Por una parte, como dijimos, la política pública estratégica ya estaba planteada y por eso, ya se estaban dando los pasos necesarios: infraestructura y recursos. Aunque continuamente en la lucha contra los factores negativos como la corrupción, la desigualdad tan profunda y la discriminación por esa brecha económica y que el obvio resultado de esto es el siempre creciente narcotráfico, la prostitución y la trata de blancas y las violencias relacionadas, tanto las entidades públicas y privadas, lo que llamamos cuatro ejes: Estado, Empresa, Academia y Comunidad, se han empezado a alinear alrededor de la idea de que la educación tecnológica y científica (desde la primaria) y el desarrollo empresarial en tecnologías, son dos de los ejes de cambio que poco a poco están poniendo a la ciudad a la delantera, primero del país y en poco, de Latinoamérica.

Me considero un permanente “optimista tecnológico” y eso sesga mi criterio. No obstante, puedo decir que un resultado directo de la pandemia es que obligó a que muchos de quienes se hacían los ciegos frente a la ciencia y la tecnología, debieran abrir los ojos. Un cambio de mentalidad que recortó unos cinco de los treinta años de atraso que tenemos en el sector empresarial, de los cuarenta años de atraso en el modelo social y de los cincuenta años de atraso que tenemos en el modelo académico. Por supuesto, esto no es lineal y algunos sectores empresariales y académicos, como el de la salud, son de vanguardia. Lo importante ahora, es que la pandemia nos hizo ser más consientes de lo que ya tenemos, y lo que tenemos es muy bueno.

Cada vez más se nota el trabajo cultural y educativo que está haciendo la caja de compensación Comfama y la labor de Sapiencia con la financiación educativa. Los desarrollos científicos de las universidades son impresionantes y, quizá, los más lentos seamos los empresarios. Aquí hay más comerciantes que verdaderos gerentes y eso es un problema de competitividad. Sin embargo, empiezan a ser numerosos los ejemplos empresariales y StartUps que se están consolidando y están marcando todo un “estilo gerencial” territorial. Poco a poco, ser un empresario en Medellín, se está convirtiendo en sinónimo de ser un “líder tecnológico” y me han escuchado decir que el comportamiento de las comunidades se asemeja a sus fuentes de financiación, lo que me dice que como consecuencia, los ciudadanos están empezando a ser cada vez más “desarrolladores tecnológicos”: un modelo de educación del comportamiento como nos lo enseñó la “Cultura Metro”. Esperemos que el Estado deje de ser tan tímido en este sentido e intervenga fuertemente en el desarrollo de competencias de los jóvenes desde la primaria y la secundaria. Por favor, no esperen a la media técnica cuando el daño cultural del modelo educativo esté hecho. El STEM es un buen esfuerzo pero no es suficiente.

Ya identificamos las piezas de este rompecabezas. La pandemia nos dio un “empujoncito” y estoy convencido de que en un par de años creceremos superlativamente en todos nuestros frentes, en especial, los sociales y económicos. Ya tomamos la delantera y muy pronto seremos reconocidos como “Tecno – Medellín”, la capital latinoamericana de la Ciencia y la Tecnología. Así que si de verdad quiere ser un empresario de esta nueva realidad, véngase para Medellín.

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