Revista 74

Gerencia consciente…

Es en las situaciones difíciles cuando se forma el temple. Y de situaciones difíciles sabemos mucho por estos días. Los cuatro jinetes del apocalipsis se han paseado dejando una huella dolorosa en nuestros corazones. La peste – con la pandemia – la guerra y el hambre, le han dado paso a la muerte en todas sus formas, en especial, la de violencia sin sentido contra nuestras mujeres y contra nuestros niños.

En tiempos pasados, las viejas guardias gerenciales simplemente se hacían los de la vista gorda frente a estas situaciones del mundo. Ya no es así. Poco a poco, el relevo generacional nos ha provisto de liderazgos conscientes y transformadores, ejecutivos mejor preparados, con visión global y humanística que entienden que la acumulación de capitales tiene un costo en sostenibilidad del planeta y en la construcción de futuro para la humanidad y buscan la manera de convertir sus empresas en social y ambientalmente responsables.

Estamos en el momento del cambio y son muchas las preguntas que a los gerentes se nos hacen, sumadas a las que nosotros mismos nos hacemos. Sabemos que la ciencia ha avanzado y son muchos los estudios y descubrimientos. Todavía así, habían cosas conocidas que nos generan interrogantes, por ejemplo: ¿con qué criterios éticos comercializamos productos a sabiendas de que son dañinos para la salud? ¿Qué cosa pasó por la cabeza de ese gerente y de ese director comercial que decidió vender un producto sin importar las consecuencias? Y simplemente decir que el cliente estaba en capacidad de decidir “no comprar” es la medida del autoengaño y no nos excusa del daño producido. Tasas de interés cercanas a la usura. Letra pequeña para “salvar responsabilidades” o “adjudicar otras”. Etiquetas con información “acomodada” para cumplir la ley. Ingredientes o componentes que generan perjuicios. Ejercicios empresariales que dañan el medio ambiente y otra gran cantidad de prácticas muy lejanas de lo correcto, del deber ser.

Por supuesto, la pregunta es: independiente de la edad, ¿usted es de la vieja o de la nueva mentalidad? Si bien lo financiero es importante, trate usted de quitar a la gente y al medio ambiente de la ecuación para que pueda ver que aquello que queda, no vale la pena. Es un cambio gigantesco que  se está produciendo en el mundo corporativo. Revise sus decisiones y analice lo que está sacrificando por ganar unos céntimos. Vendemos la naturaleza y la vida por treinta monedas para terminar ahorcados nosotros mismos. La gerencia consciente, recordando a Carl Sagan, es otra manera de pensar y de vivir en este punto azul en mitad del universo.

Wilson Garzón Morales

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