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¿Y tú qué estás haciendo?

Las noticias sobre el maltrato y el abuso infantil son aterradoras. Pero lo que más me sorprende es que esta información pasó desapercibida. Ya los niveles de violencia e intolerancia se han incrementado los últimos meses. La economía se ha vuelto difícil y la gente, los compradores, andan paranoicos. Y lo que también me sorprende es que empresas con grandes discursos sobre responsabilidad social e incluso las que no lo tienen, no están haciendo nada.

Si lo vemos desde la perspectiva de lo práctico y de lo financiero o desde la perspectiva de los mercados, esta situación es muy mal negocio. Se están muriendo y están maltratando a nuestros futuros clientes. Si no nos importan ahora, no les importaremos en el futuro. Esta es una cuenta que estos compradores tarde o temprano nos cobrarán.

No importa el tamaño de la empresa. Por pequeño que sea el aporte que se pueda hacer cuenta. Actuemos ahora. Los niños son el futuro, si descuidamos su educación y su bienestar estaremos perdiendo ese futuro.

Es hora de que nuestras políticas comerciales los incluyan. Es hora que nuestros proyectos los incluyan. Y sobre todo, es hora de que intervengamos. Está demostrado que el gobierno y su corrupción son inútiles para proteger a los niños. Acaso usted no ha escuchado de todo el dinero que se roban con las raciones alimentarias para las escuelas y colegios. Piense. Si nuestro sistema educativo es una vergüenza, imagínese cómo son las políticas de protección a los niños.

Agradecemos que en algunas instituciones del gobierno haya profesionales a carta cabal y con vocación para la protección de los niños. Los conocemos. No obstante, trabajan en las mínimas condiciones y con los exiguos rezagos de los presupuestos. Es claro que esto no es suficiente. Nuestro empresariado deberá despertar y aportar con planes serios, no sólo parafernalia ni propaganda.

Empresario mírame a los ojos y dime ¿tú realmente qué estás haciendo?