¿Y dónde está el gerente?
Sólo el 12 por ciento de nuestro tejido empresarial es productor, el resto está dedicado al comercio incluyendo los servicios. Esto hace que la vocación de la totalidad de nuestras organizaciones se oriente a las ventas. La facturación es la prioridad de nuestras vidas. No obstante, nos hemos olvidado de una regla “irrompible”: “no se trata de vender… se trata de ganar.
Siendo lo difícil que es, la comercialización es una labor relativamente sencilla: tenga un portafolio y póngalo en la calle, es por eso, que en nuestro país no hay verdaderos empresarios… hay comerciantes. Lo que no tiene nada de malo, el comercio mueve al mundo y le da existencia a la economía, pero la visión del comerciante que está muy lejos de la visión empresarial, es de muy corto plazo y regularmente muy bajos y esforzados resultados.
Para ser empresario, se requiere de conocimientos y habilidades que regularmente no se entregan en las universidades. Los empresarios son una estirpe diferente capaces de construir fortunas con cualquier idea de negocio. La disciplina, la gestión de largo plazo, la gerencia del riesgo y la capacidad de generar valor, son cosas que el comerciante con su vocación de intermediación no aplica porque no le parece necesario, son costosas y complejas y le toca estudiar y no tiene tiempo para eso. Lo que nos encontramos muy a menudo en los procesos de consultoría son los auto denominados gerentes, que de gerentes tienen muy poco. Su vida se les va en la administración de activos y se sorprenden cuando les digo “qué pena señores pero un gerente no debe administrar”, para eso se tiene la función de la dirección administrativa… la tarea de un gerente es construir el futuro mediante una visión estratégica o ruta de acción estratégica que se gestiona con la capacidad de liderar, pero que se materializa en el modelo de negocio para generar riqueza social, ambiental y económica.
Para la generación de riqueza social, no basta con programas de responsabilidad. Se requiere la capacidad del gerente de promover el desarrollo social, en nuestro territorio destaco especialmente la gestión del “CUEE” que es el Comité Universidad, Empresa, Estado y a la Institución Universitaria Colegiatura Colombiana – Sí, la que queda en Las Palmas – desde sus posibilidades ambas instituciones transforman la realidad. Para la gestión ambiental, destaco a la Droguería Ética, la primera empresa del consumo masivo de farmacia que usa paneles solares. Todavía así, es en la gestión económica donde somos muy débiles. La mayoría de nuestras organizaciones desperdician – por acción o por omisión – cantidades enormes de dinero. Y es porque la labor gerencial es de mucha profundidad financiera y de eso poco… palabras como “fusiones, adquisiciones, inversiones, acciones, y conceptos como la “gestión del crédito” los asusta de muerte. A esto súmele el analfabetismo tecnológico empresarial y quedamos completos, es la fórmula de la “casa del terror”…
Nuestro problema no es que el entorno económico sea difícil. El problema es que no estamos siendo lo suficientemente competentes para afrontar ese entorno económico y nuestra respuesta es quejarnos. Para el presente año, la previsión es que las cifras macro económicas se retraigan un poco más… por favor, ya volvimos a no creer en las cifras del DANE. El comercio se puede retraer en cifras entre el 15 y el 20 por ciento, claro desde mi humilde mirada de consultor empresarial. Para una situación de estas no basta con que seamos comerciantes y presionemos a nuestros equipos a “facturar”… los vamos a reventar porque eso no va a suceder. En estos momentos es cuando necesitaremos a los verdaderos gerentes para que lideren el país… ¡Oye Bluman!, ¿estás por algún lado?
Por eso, la invitación es a profundizar en las habilidades gerenciales relacionales, de innovación, tecnológicas y financieras, porque hay organizaciones en las que nos terminamos preguntando ¿Y dónde está el gerente?
Wilson Garzón Morales