Revista 44

El amor es más fuerte:

Hay momentos de la vida en los cuales todo parece ponerse en nuestra contra. Una serie de hechos triviales e inesperados que se confabulan para volver nuestras vidas difíciles. La situación del país, la falta de fiabilidad de las personas, una piedra que rompe el parabrisas del carro y hasta una torcedura de tobillo, desencadenan diversos acontecimientos que nos hacen preguntarnos si habremos hecho algo de tal gravedad que el universo se propone castigarnos.

En un primer análisis, es posible que lo que estemos padeciendo sean las consecuencias de un sinnúmero de malas decisiones y que ahora se juntan para reclamarnos por nuestra incompetencia ante la vida. No obstante, después de mirarlo mejor, nos damos cuenta de que muchos de los acontecimientos no tuvieron siquiera origen en nosotros mismos sino que están a nuestro alrededor. Un error de un funcionario de un banco que nos dificulta obtener un crédito, una cita perdida porque el transporte público colapsó, una reprogramación de reuniones importantes para nosotros, para que los funcionarios pudiesen asistir a una capacitación, entre otras tantas cosas en las cuales nunca estuvo en nuestras manos tomar una decisión que se pudiera decir, me equivoqué y por eso recibo un castigo. Nada de eso. Simplemente, un hecho externo a nosotros pero que afecta nuestro diario vivir.

La vida se vuelve difícil. Pero es ahí, en ese instante, cuando nos damos cuenta que en realidad somos muy afortunados y que nuestros problemas, que a simple vista podrían parecer muy graves por las implicaciones económicas que tienen, son problemas etéreos. No son una enfermedad terminal ni nada que se le parezca. Son simplemente otro escollo en el camino y son problemas que finalmente contribuirán a volvernos más fuertes. No nos olvidemos de que es en el fuego donde se tiempla el acero. Lo verdaderamente importante, lo tenemos y si aprendemos a cuidarlo y a darle la prioridad que se merece, es lo que nos ayudará cada día a salir adelante: una esposa amorosa y maravillosa, una hija fantástica, unos padres y unos hermanos queridos. Cuando aprendemos a verlo así, nuestro corazón se recarga de energía y podemos decirle al mundo que se venga con lo que tenga, pues finalmente, el amor es más fuerte. Si nos fijamos, todas las personas tenemos razones de amor a nuestro alrededor. Es sólo que la oscuridad no nos deja verlo ni sentirlo, pero el amor ahí está, es cuestión de detenernos y respirar profundo para percibirlo.

Los malos momentos son sólo eso, momentos. Y, como todos los momentos, buenos y malos, pasarán, pero nuestra fe, nuestra esperanza y sobre todo, nuestro amor, deben ser permanentes. Abra su corazón al amor. Los problemas no desaparecerán, pero usted encontrará la energía para solucionarlos.

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