Revista 67

Conviértete en el mejor gerente

Justo en una situación tan compleja como la que acabamos de vivir, nos encontramos con las consecuencias de liderar las compañías como comerciantes y no como verdaderos gerentes. En un país con cerca de tres millones de pequeñas empresas, se calcula que más del 70 por ciento son gerenciadas por sus propios dueños. Sucede porque regularmente en nuestro país el emprendimiento y la creación de empresa, desde la base, es una respuesta al desempleo y no porque se tengan las habilidades necesarias para liderar una organización.

Las decisiones que toma un comerciante son muy diferentes de las decisiones que toma un gerente. El comerciante se concentra en la venta diaria a como dé lugar. El gerente se concentra en la resolución de las restricciones que le impiden a la compañía consolidarse y crecer. Un ejemplo, para un gerente si su compañía es de exportaciones evite ponerla en las montañas, la ubica en una zona franca al lado de un puerto o un aeropuerto de carga. Claro, todo tiene sus consideraciones pero esas decisiones estratégicas demuestran el talento gerencial. A un comerciante le importa las cifras de venta cada mes, al gerente le importa la rentabilidad y el incremento de valor de empresa. Se dará cuenta de que usted es un comerciante si no comprende el concepto de valor de empresa.

Para el comerciante, su personal es un “recurso humano” las personas hacen parte de un engranaje en el cual cada quien cumple su función y de acuerdo a esto se le mide el desempeño, contrata a su personal comercial con pidiendo años de experiencia sólo para aprovecharse de sus bases de datos. En realidad en las ventas no se requiere experiencia sino competencias personales. Al gerente le importa el “talento humano” en el cual a las personas no se les mira su historia sino su potencial y la compañía se diseña como una organización que se desarrolla y aprende para fortalecer las capacidades actuales y construir capacidades futuras.

Mientras se “esté vendiendo” al comerciante no le importa la innovación. El gerente comprende que sin innovación y desarrollo, el ciclo de vida corporativo es de corto aliento.

Cerca de tres millones de gerentes de pequeñas empresas. Más de cinco millones de propietarios de micronegocios y un poco más de ocho millones de independientes, representan el setenta por ciento de la población económicamente activa del país y, como característica, muy pocos se prepararon para ser gerentes. Me atrevo a especular, debido a la evidencia, que la mayoría son comerciantes. Esa evidencia son la cantidad de empresas y negocios que desaparecieron durante la pandemia y, con seguridad, la causa no fue el virus sino la poca habilidad gerencial.

Analice estos síntomas. Si su compañía tiene problemas de ventas, problemas de comunicación y problemas de competitividad. Si tiene de una mediana a una alta rotación de personal y los compradores compran una vez no regresan, el problema no es la empresa, el problema es el gerente. Todos los años llueve, si usted se inunda, la primera vez la causa es el clima, la segunda vez, es su incompetencia. Afortunadamente en Colombia, la Mesa Sectorial de Dirección y Gerencia, promovida por es Servicio Nacional de Aprendizaje, está trabajando en una trazabilidad de formación competitiva que permita identificar y encausar un perfil gerencial con estándares internacionales. Así que, independiente de su nivel: emprendedor, empresario pyme, profesional independiente o propietario de micronegocios, pronto no habrá excusa para no ser el mejor gerente que se pueda ser.

Wilson Garzón Morales

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